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Con que razón EE.UU. acusa a Huawei de espionaje sin mostrar pruebas cuando Wikileaks revelo que la NSA ha espiado masivamente

By RevuTJ

May 21, 2019

En junio de 2013 un joven ingeniero llamado Edward Snowden asombraba al mundo destapando uno de los mayores escándalos de la historia reciente. Su filtración permitió descubrir las formas en las que la NSA y otras agencias de inteligencia habían espiado y espiaban a millones de personas en todo el mundo.

Ahora nos encontramos con que Google y otras empresas han anunciado un veto a Huawei que podría tener consecuencias catastróficas para esta empresa. Entre los motivos públicos están las constantes acusaciones de espionaje con las que el Gobierno de Donald Trump ha atacado a Huawei. A diferencia de lo que ocurrió con la NSA, no hay evidencias públicas de ningún tipo de acto de espionaje por parte de Huawei.

Irrefutable: Estados Unidos espió a millones de personas

Cree el ladrón que todos son de su condición. Los programas de vigilancia global eran el pan nuestro de cada día desde que Snowden abrió la caja de Pandora en junio de 2013. Fue así como empezamos a conocer programas secretos como PRISM o XKeyscore, pero hubo muchos más que aprovechaban vulnerabilidades en todo tipo de servicios e infraestructuras con un único objetivo: espiar a todo y a todos.

La NSA y otras agencias de inteligencia como el GCHQ de Reino Unido elaboraron y ejecutaron esos programas de forma secreta, y aún hoy es imposible saber el alcance de todos ellos y cuántos están aún en funcionamiento o se han desarrollado tras las filtraciones.

La NSA ha afirmado recientemente que lleva meses sin utilizar los controvertidos programas de escucha, por ejemplo, pero como indicaban en The Register esa podría ser sola la punta de un iceberg en el que la mayoría de los sistemas de espionaje masivo estuvieran ocultos para el gran público de nuevo.

El espionaje es la excusa, el control sobre las redes 5G es la verdadera clave

La semana pasada Donald Trump declaraba una emergencia económica nacional y declaraba el veto a tecnologías y servicios de “adversarios extranjeros” que planteaban “riesgos inaceptables” a la seguridad nacional, incluyendo el sabotaje y el ciberespionaje.

Aunque dicha orden ejecutiva no especificaba qué países o empresas se verían afectados por el veto, pero pronto se han conocido sus efectos: el domingo nos enterábamos de la revocación de la licencia Android para Huawei, a la que no se permitiría utilizar ni este sistema operativo ni los servicios y aplicaciones de Google en sus futuros móviles.

Poco después se unían a ese veto otras empresas como Intel, Qualcomm o Broadcom, todas ellas fabricantes de chips que en mayor o menor medida forman parte de móviles, PCs, portátiles y otros productos desarrollados por Huawei.

El Gobierno de Donald Trump añadió a Huawei en su particular lista negra comercial, la ‘Entity List’, que restringe el comercio con empresas extranjeras con políticas “contrarias a la seguridad nacional o a los intereses de política exterior de EE.UU.” Eso fue lo que provocó la decisión de Google y otras empresas como Intel o Broadcom de vetar a Huawei, pero, ¿por qué ella y no otros fabricantes chinos como Oppo, Vivo o Xiaomi?

El motivo parece resumirse en tan solo dos letras: 5G. Las nuevas redes móviles son a todas luces la clave del problema. Huawei tiene recursos y patentes importantes para el despliegue de estas redes, y este ataque comercial quiere ponerle las cosas muy difíciles al fabricante para que Huawei no pueda ganar esa carrera por las redes 5G.

Donald Trump ya lo dejó claro en unas declaraciones en abril de 2019: “5G es una carrera que ganaremos”, afirmaba mientras señalaba que su país no podía dejar que otras potencias pudieran competir en este mercado.

Irrefutable: no hay evidencias públicas de que Huawei haya espiado a nadie

Ese es el motivo real, pero el que afecta a Huawei es otro, porque para tratar de luchar contra esta empresa el Gobierno de Trump lleva tiempo haciendo declaraciones muy distintas. Esas declaraciones están centradas en la difusión de un mensaje claro: Huawei es un riesgo para la seguridad nacional.

La Casa Blanca indicaba la semana pasada que la nueva Orden Ejecutiva “declara una emergencia nacional con respecto a las amenazas respecto a las tecnologías de la información y la comunicación y los servicios en los Estados Unidos”, pero además, destacaban, delega la autoridad al Secretario de Comercio para que “prohíba transacciones que supongan un riesgo inaceptable para la Seguridad Nacional“.

¿Qué riesgos son esos? Según The Times, la CIA había descubierto que Huawei había obtenido fondos del Ejército de Liberación Popular, de la Comisión de Seguridad Nacional y de otra rama de las agencias de inteligencia chinas.

Para el Gobierno de los Estados Unidos eso solo puede significar una cosa: que Huawei va a utilizar sus redes 5G para espiar para el Gobierno chino. ¿Qué pruebas hay de eso a lo largo del mundo? Veamos:

Son varios los países que han investigado a Huawei, pero ninguna de las agencias que afirman que Huawei es un peligro para la seguridad nacional aportan pruebas. Ninguna. Cero.

Es algo sorprendente y que desde luego plantea dudas sobre las verdaderas motivaciones de esa presión ejercida por el Gobierno de los Estados Unidos. Una presión que ha afectado a Huawei y a ZTE -ambos proveedores de equipos y tecnología 5G- pero no a otros fabricantes. Como decían los investigadores alemanes, vetar la operativa de una empresa es algo muy grave, y lo mínimo que debería proporcionarse serían pruebas que demuestren que esa empresa está planteando un riesgo de seguridad real. Si Huawei lo está haciendo, nadie lo ha demostrado aún públicamente.

Las críticas a esas afirmaciones también existen. Peter Mandelson, que trabajó en la Comisión de Comercio de la UE, acusaba a los Estados Unidosde “fomentar la histeria” y añadía que “en el Reino Unido y Europa debemos mantener la perspectiva y no debemos permitir ser arrastrados en el intento del Presidente Trump de construir un telón de acero económico y tecnológico alrededor de China”.

Emmanuel Macron, el Presidente de Francia, también hacía comentarios recientes y afirmaba que “nuestra perspectiva no es bloquear Huawei o cualquier otra compañía, sino preservar nuestra seguridad nacional y la soberanía europea. Creo que lanzar ahora una guerra tecnológica o una guerra comercial no es apropiado”.

En países como España no se han producido declaraciones oficiales sobre este ámbito, aunque operadoras como Telefónica, Vodafone, Orange o MasMóvil sí indicaban en las últimas horas que tras el anuncio del veto de Google a Huawei estaban investigando con detalle el impacto que una medida así podría tener entre sus clientes.