El caso de Sean Charles Dunn, un ex empleado del Departamento de Justicia en Estados Unidos, ha dado un nuevo giro al ser declarado inocente del cargo de agresión por lanzar un sándwich a un agente federal durante una protesta en Washington. El veredicto representa un golpe para la fiscalía y se suma a los cuestionamientos sobre el manejo de la intervención federal en la capital durante la administración de Donald Trump.
¿Qué ocurrió durante la protesta en Washington?
El incidente tuvo lugar la noche del 10 de agosto, cuando Dunn participaba en una manifestación contra el despliegue de fuerzas federales. Según el informe policial, el ex funcionario arrojó un sándwich a un agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) mientras gritaba consignas como “fascistas” y “vergüenza”.
Sus abogados defendieron que el gesto fue un acto simbólico y protegido por la Primera Enmienda, sin intención de causar daño. Un video del momento se viralizó rápidamente, convirtiendo a Dunn en un símbolo de resistencia civil frente a la política de orden público del entonces presidente Trump.
¿Cómo fue el proceso judicial y qué decidió el jurado?
El jurado popular concluyó que no existían pruebas suficientes para sostener el cargo de agresión, determinando que el acto no representó una amenaza real para el agente. Dunn fue acusado inicialmente de un delito grave, pero el gran jurado rechazó elevar los cargos, lo que llevó a una nueva imputación por un delito menor.
Durante el juicio, el agente Gregory Lairmore testificó que el sándwich “explotó” contra su chaleco antibalas, y admitió entre risas que sus compañeros le regalaron un peluche y un parche con forma de sándwich como broma.
Tras conocer el veredicto, Dunn abrazó a sus abogados y declaró sentirse “aliviado y listo para seguir adelante”.
¿Por qué la fiscalía insistió en llevar el caso?
La fiscal federal Jeanine Pirro, designada por Trump, defendió la acusación argumentando que “los agentes del orden nunca deben ser objeto de agresiones, por muy leves que parezcan”. Sin embargo, la decisión del jurado fue interpretada como una afirmación del derecho a la disidencia política, según su abogada Sabrina Shroff, quien destacó que “la disidencia no solo es legal, sino bienvenida”.
¿Qué motivó la controversia política?
El caso adquirió un tono político cuando la entonces fiscal general Pam Bondi anunció el despido de Dunn a través de redes sociales, calificándolo como parte del “Estado profundo”. Además, los abogados del acusado denunciaron una persecución selectiva, señalando que la Casa Blanca publicó un video del allanamiento de su vivienda en la red social X (antes Twitter).
¿Qué impacto tiene esta absolución para futuras protestas?
La absolución de Dunn podría sentar precedente en casos similares, especialmente en un contexto donde las protestas ciudadanas y la actuación policial siguen siendo temas de alta sensibilidad en Estados Unidos.
Dunn, quien trabajó como asistente legal, declaró tras su liberación:
“Lo hice para distraerlos. Lo logré. Aquella noche intentaba proteger los derechos de los inmigrantes”.
También recordó el lema nacional estadounidense: “E pluribus unum”, que significa “de muchos, uno”, destacando la importancia de la diversidad y el respeto a los derechos civiles.
En un cierre simbólico, Dunn reiteró su convicción de que toda persona tiene derecho a vivir libremente, sin importar su origen ni sus creencias.
¿Qué opinas sobre este veredicto? ¿Crees que fue una defensa legítima de la libertad de expresión o una falta de respeto hacia la autoridad?
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