Crítica sincera del remake de Cómo entrenar a tu dragón 2025
La esperada versión live-action de Cómo entrenar a tu dragón llegó finalmente a los cines, prometiendo ser un homenaje visual al clásico animado de DreamWorks. Con efectos espectaculares y una fidelidad extrema al material original, el remake 2025 sorprende por su despliegue técnico, pero también deja una gran interrogante: ¿es suficiente copiar escena por escena sin innovar?
Un homenaje visual que impresiona
Dragones hiperrealistas y vuelos épicos en IMAX
Desde su primera escena, la película captura el espíritu de la saga original. La Isla Mema, hogar de vikingos y dragones, cobra vida con una fuerza visual impresionante. El director Dean DeBlois vuelve a dirigir esta nueva versión, cuidando cada detalle para que los fans sientan que están viendo la misma historia, pero en carne y hueso.
Los efectos visuales, especialmente en las escenas de vuelo y combate, llevan la acción a un nivel completamente nuevo. El trabajo de fotografía de Bill Pope convierte los paisajes y criaturas en un espectáculo digno del formato IMAX.
Una historia conocida, contada igual
Hipo y Chimuelo: el mismo vínculo, nuevos rostros
La historia gira en torno a Hipo (Mason Thames), el joven vikingo que no encaja en su mundo y que termina por forjar una profunda amistad con Desdentao, un dragón temido por todos. Juntos, desafían generaciones de odio y enseñan a su comunidad el poder de la empatía.
Pero este remake no se aleja ni un centímetro de la narrativa del filme animado. Las escenas, los diálogos e incluso los giros emocionales se repiten casi cuadro por cuadro. Aunque la actuación de Thames aporta sensibilidad al personaje, la película juega demasiado a lo seguro.
Un live-action fiel, pero sin alma propia
¿Dónde está la novedad o la reinterpretación?
El principal punto débil del remake es su falta de originalidad. A pesar de estar técnicamente bien ejecutado, no se arriesga a ofrecer nuevas perspectivas o explorar aspectos inéditos de la historia. Los personajes secundarios, como Astrid (Nico Parker) y Bocón (Nick Frost), cumplen con lo esperado, pero sin aportar nada que realmente sorprenda.
El guion intenta añadir cierta profundidad emocional, especialmente en la relación entre Hipo y su padre Estoico (Gerard Butler), pero el resultado sigue estando demasiado anclado al pasado.
Un regalo visual para los fans
Nostalgia, emoción y fidelidad absoluta
Para quienes crecieron con la trilogía animada, esta nueva entrega es un regalo lleno de nostalgia. Los dragones lucen espectaculares, los momentos icónicos están todos presentes y el respeto por la esencia del original es incuestionable.
Sin embargo, el remake deja la sensación de haber sido una oportunidad desperdiciada. ¿Por qué hacer una nueva versión si no se va a contar algo diferente o más profundo?
¿Habrá secuela y más riesgos creativos?
Universal ya confirmó una secuela, lo que plantea una pregunta inevitable: ¿veremos una expansión del universo o solo más recreaciones? El éxito comercial podría garantizar más entregas, pero los fans esperan que las futuras películas se atrevan a explorar nuevos territorios.
Si amas la historia de Hipo y Chimuelo, este remake te emocionará. Pero si buscas algo nuevo, tal vez salgas con más preguntas que respuestas. Comparte esta crítica y descubre más reseñas como esta en nuestro portal.