Un Llamado por Mejoras Laborales en los Videojuegos
La huelga del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) que comenzó en julio ha paralizado Hollywood, pero ahora también amenaza con afectar a la industria de los videojuegos.
Con el aumento de la complejidad narrativa en los juegos, las compañías desarrolladoras necesitan cada vez más actores, ya sea para actuar o prestar sus voces. Algunos de estos actores también están afiliados al sindicato.
El sindicato busca que estos intérpretes alcen la voz en busca de mejores condiciones laborales, ya que el contrato entre el sindicato y varias empresas de videojuegos estadounidenses, incluyendo Activision, Electronic Arts, Epic Games, Insomniac Games, Take-2 Interactive y Warner Bros. Games, venció en noviembre de 2022 y aún no se ha llegado a un acuerdo de renovación.
Las demandas del sindicato incluyen un aumento salarial del 11%, una petición que no ha sido bien recibida por las corporaciones. Antes del 25 de septiembre, el sindicato ha solicitado que sus miembros voten para decidir si inician una huelga en la industria de los videojuegos.
Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA, ha comentado sobre las preocupaciones de los actores, destacando el riesgo que representa la inteligencia artificial en la industria de los videojuegos, especialmente para aquellos que prestan su voz. Drescher enfatizó la importancia de un contrato justo que reconozca las contribuciones de los artistas y proteja sus empleos en una industria que brinda entretenimiento a miles de millones de jugadores en todo el mundo.
La Disposición de la Industria de Videojuegos a Negociar
A diferencia de la industria cinematográfica, la industria de los videojuegos muestra disposición para resolver estas diferencias. Audrey Cooling, representante de la industria de videojuegos ante el SAG-AFTRA, señaló que están comprometidos en negociar de buena fe y esperan llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso lo más pronto posible.
Una huelga de actores en la industria de los videojuegos sería catastrófica, ya que muchos títulos dependen en gran medida de la participación de artistas, especialmente aquellos centrados en experiencias narrativas. Los retrasos en los desarrollos podrían afectar gravemente la disponibilidad de nuevos juegos durante períodos prolongados.
Por ahora, la industria de los videojuegos parece estar dispuesta a evitar pérdidas significativas al mantener el diálogo con los actores. El futuro de esta situación aún es incierto y requerirá seguimiento.