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¿Trump puede quitar la ciudadanía? Su radical plan para millones de migrantes

Descubre qué dijo el expresidente sobre la desnacionalización, la "migración inversa" y por qué culpa a Biden de la crisis migratoria.

by RevuTJ
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Donald Trump durante discurso sobre políticas migratorias

¿Cómo planea Trump revocar la ciudadanía? La polémica amenaza a inmigrantes naturalizados en 2025

En una declaración que ha encendido el debate nacional, el expresidente Donald Trump afirmó que buscaría revocar la ciudadanía a inmigrantes que lograron naturalizarse en Estados Unidos. Esta controvertida postura, planteada durante una reciente entrevista, pone sobre la mesa un concepto radical: la desnacionalización de personas a quienes él calificó de “criminales” que ingresaron bajo políticas demócratas. Analizamos las implicaciones de esta propuesta, su viabilidad legal y el contexto político que la rodea.

La propuesta de Trump: ¿En qué consiste la desnacionalización?

El corazón de la polémica radica en la afirmación de Trump de que, de tener la facultad, procedería a desnacionalizar a inmigrantes indocumentados que posteriormente completaron el proceso de naturalización. Según su visión, se trata de individuos que “no deberían estar” en el país. Este anuncio marca un punto álgido en su retórica migratoria y plantea preguntas fundamentales sobre los límites del poder ejecutivo y la seguridad jurídica de millones de ciudadanos.

  • Acusaciones a la administración Biden: Trump responsabiliza directamente a su antecesor de la entrada de estas personas, vinculando la política de fronteras con un aumento en la inseguridad.
  • El concepto de “migración inversa”: El expresidente rescató este término para describir su objetivo de “sacar a la gente que no debería estar en la nación americana”.
  • Falta de plazos claros: Al ser interrogado sobre la duración de una potencial pausa en el asilo político, evitó dar una fecha concreta, afirmando que sería “por mucho tiempo”.

El complejo marco legal para revocar la ciudadanía

La revocación de la ciudadanía (o denaturalización) no es un proceso simple ni común. Actualmente, el gobierno de EE.UU. solo puede emprenderlo en casos muy específicos, generalmente vinculados a fraude o encubrimiento deliberado durante el proceso de naturalización. La propuesta de Trump parece ampliar dramáticamente estos criterios, lo que chocaría con garantías constitucionales y generaría batallas legales sin precedentes.

¿Qué dice la ley actual?

La ciudadanía estadounidense está protegida por la Constitución y leyes federales. Para que un juez revocar la ciudadanía de alguien, el Departamento de Justicia debe probar que el individuo cometió un acto fraudulento esencial para obtenerla. La simple irregularidad migratoria previa no suele ser motivo suficiente, un detalle legal crucial que enfrentaría cualquier intento de aplicar la medida de forma masiva.

Reacciones y consecuencias previsibles

Expertos en derecho migratorio y defensores de derechos civiles han alertado que una política de este calibre crearía un estado de incertidumbre y temor entre millones de ciudadanos naturalizados, muchos de ellos latinos. Además, podría desencadenar:

  • Un colapso en el sistema judicial federal por miles de casos individuales.
  • Un profundo daño a la credibilidad del proceso de naturalización, piedra angular de la integración migrante.
  • Fricciones internacionales con países de origen de los afectados.

El contexto político: migración como eje de campaña

Esta declaración no surge en el vacío. La revocar ciudadanía se enmarca en una estrategia política más amplia donde la migración es el tema central. Al usar un lenguaje fuerte y proponer medidas extremas, Trump busca consolidar su base y marcar una diferencia nítida con la administración actual. El término “migración inversa” se suma a un glosario diseñado para resonar en un electorado específico, aunque sus detalles prácticos y costos sociales sigan sin aclararse.

La polémica está servida y las preguntas abundan. ¿Es esto una advertencia retórica o un plan de gobierno tangible? Lo que es seguro es que el debate sobre la pertenencia, los derechos y el futuro de la nación multicultural está más vigente que nunca.

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