Un juez federal de Seattle asestó un golpe contundente a la nueva política migratoria de Donald Trump al bloquear temporalmente su orden ejecutiva que restringe la ciudadanía automática por nacimiento. Esta medida, calificada por el juez John Coughenour como “flagrantemente inconstitucional”, desata una batalla legal que podría definir el futuro de miles de recién nacidos en Estados Unidos.
¿Qué establece la orden de Trump?
El expresidente firmó esta orden durante su primer día de regreso al cargo, buscando negar la ciudadanía automática a bebés nacidos en suelo estadounidense cuyos padres no sean ciudadanos o residentes legales. De permitirse, esta política afectaría a más de 150,000 niños al año, quienes quedarían sin acceso a beneficios gubernamentales, Seguro Social y el derecho a trabajar legalmente.
Los estados liderados por demócratas que impugnaron la medida argumentan que viola la Enmienda 14 de la Constitución, la cual garantiza la ciudadanía a cualquier persona nacida en Estados Unidos. Para activistas de derechos civiles, la orden no solo desafía décadas de precedentes legales, sino que también representa un ataque directo a las bases de igualdad y derechos en el país.
El impacto en las comunidades vulnerables
La orden de Trump ha generado indignación entre los defensores de derechos humanos, quienes señalan que la medida profundizará la marginalización de comunidades vulnerables. “Eres ciudadano estadounidense si naciste aquí, punto,” afirmó Nick Brown, fiscal general del estado de Washington.
Además, el fallo del juez Coughenour ha sido celebrado como una victoria temporal, pero los opositores temen que la administración Trump continúe apelando hasta alcanzar la Corte Suprema, actualmente dominada por una mayoría conservadora.
Este caso no solo pone en juego los derechos de los niños nacidos en Estados Unidos, sino también el principio fundamental de igualdad consagrado en la Constitución.