La grafología, un tema aparentemente inofensivo, se ha convertido en una herramienta controvertida que está causando daños graves a los derechos humanos, especialmente en casos de abuso sexual y custodia de menores. La reciente polémica entre Maryfer Centeno, influencer y grafóloga, y el youtuber Mr. Doctor ha destapado los riesgos de confiar en un método que carece de rigor científico.
Grafología y justicia: ¿un riesgo para las víctimas?
Distintos activistas, como Diana Luz Vázquez, han señalado que el uso de la grafología en procesos legales revictimiza a las víctimas y beneficia a los agresores. Este método, que no cuenta con base científica, se ha empleado para desacreditar testimonios en casos delicados.
Un ejemplo alarmante es el caso de Kim, una menor de Baja California que sufrió abuso. Según Vázquez, los comentarios de Centeno sobre el peritaje y el testimonio de la niña desacreditaron su experiencia, creando un precedente peligroso para otros casos similares.
La activista enfatizó la necesidad de excluir la grafología de los procesos legales, argumentando que su uso vulnera los derechos de las mujeres y los menores:
“El Poder Judicial debe dejar de admitirla como prueba; no es un método científico”.
Denuncia colectiva contra Maryfer Centeno
Ante estas situaciones, colectivos feministas han decidido emprender una denuncia masiva contra Maryfer Centeno, acusándola de realizar declaraciones irresponsables en medios de comunicación. Según las denunciantes, sus análisis no solo carecen de fundamento, sino que además protegen a agresores y revictimizan a sobrevivientes.
Las activistas alertan sobre el impacto negativo que figuras públicas como Centeno pueden tener al cuestionar testimonios de víctimas bajo el pretexto de análisis grafólogicos o de gestos. Estos comentarios, aseguran, perpetúan la desconfianza hacia quienes buscan justicia.
La polémica pone en evidencia la necesidad de cambios legislativos y educativos, que garanticen la exclusión de disciplinas pseudocientíficas en casos que requieren el máximo rigor.