El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció cambios drásticos en sus políticas migratorias, impulsados por órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump. Estas nuevas medidas revocan directrices clave establecidas en 2021, provocando alarma entre comunidades migrantes y defensores de derechos humanos.
Zonas protegidas eliminadas: más vulnerabilidad para los migrantes
Entre las medidas más polémicas destaca la eliminación de las llamadas “zonas protegidas”, como escuelas, hospitales, lugares de culto y refugios, donde los agentes del ICE tenían prohibido realizar operativos migratorios.
A partir del 20 de enero de 2025, estas restricciones desaparecerán, dejando en manos de los agentes decidir cómo y dónde actuar. Trump ha instado a usar “sentido común”, lo que, según expertos, aumenta la incertidumbre para los inmigrantes que temen ser detenidos en espacios esenciales.
Organizaciones defensoras de derechos humanos alertan que esta decisión podría impedir que muchas personas accedan a servicios básicos, como atención médica o educación, por miedo a ser deportadas.
EXCLUSIVE: Late last night, President Trump’s DHS issued a memo that immediately rescinded a 2021 Mayorkas policy which limited ICE enforcement by stopping ICE from making arrests in/near “sensitive” areas like schools, churches, healthcare facilities, etc. The Trump memo throws…
— Bill Melugin (@BillMelugin_) January 21, 2025
Revisión del parole humanitario: fin a programas clave
Otra medida relevante es la revisión del parole humanitario, un mecanismo que permitía la entrada temporal de migrantes en circunstancias excepcionales. Trump argumenta que este programa fue mal utilizado por la administración Biden y busca limitarlo únicamente a casos estrictamente legales.
Países como Cuba, Haití, Venezuela, Ucrania y Afganistán podrían ver reducidas sus oportunidades de recibir protección bajo este esquema. Además, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) ya eliminó la página oficial del programa, marcando un posible fin a esta vía de apoyo humanitario.
Este retorno a políticas migratorias más estrictas refleja una postura contundente de Trump hacia el control fronterizo y genera preocupación sobre el impacto en comunidades vulnerables, que ahora enfrentarán mayores desafíos en su búsqueda de seguridad y estabilidad en Estados Unidos.