Según la más reciente actualización del Observatorio Vulcanológico de Yellowstone, el ‘enjambre sísmico’ en curso en ese Parque Nacional de EE.UU. es uno de los más prolongados en las últimas décadas. Desde el 12 de julio pasado se han registrado 2.475 terremotos y el más fuerte, en septiembre pasado, alcanzó una magnitud de 3,2.
El científico encargado del observatorio, Michael Poland, explicó a Newsweek que la actividad sísmica observada en los últimos meses es una de las más altas allí registradas, y aunque ello no sea indicio de una erupción inminente, sí es equiparable con los eventos de 1985, cuando más de 3.000 terremotos se produjeron en la zona durante un periodo de tres meses.
El enjambre sísmico es un fenómeno típico en el Parque Nacional de Yellowstone, situado principalmente en el estado de Wyoming, al noroeste de EE.UU., y concentra un 50% de todos los terremotos registrados en las vecindades del supervolcán. Como enjambres se conoce una secuencia multitudinaria de movimientos telúricos que se repiten durante varias semanas o meses y que ocurren sin ningún orden, mientras que los sismos convencionales suponen un evento principal y una serie de réplicas posteriores.
Michael Poland indicó también que es difícil definir el número preciso de terremotos ocurridos, porque suelen sobreponerse unos a otros o ser demasiado pequeños para registrarlos. Sin embargo, hay métodos que permiten determinar su magnitud y cuantía mediante un análisis retrospectivo, así que podría haber mucho más de lo anunciado inicialmente.
El supervolcán del Parque Nacional de Yellowstone entra en erupción cada 600.000 años y su potencia puede superar hasta en cien veces la de los volcanes normales. Los científicos advierten que una de las mayores amenazas que conlleva la erupción de este gigante sería la creación de un prolongado invierno volcánico global, que pondría en peligro a la humanidad y a muchas de las formas de vida del planeta.