La fusión entre naturaleza y música electrónica volvió a brillar en la tercera edición de Ritmo en la Cima Tijuana, un evento que logró reunir a más de mil personas en una experiencia inolvidable en el emblemático Cerro Colorado.
Organizado por el DJ tijuanense Jorge Vega, esta propuesta combinó senderismo con música al aire libre, ofreciendo una vivencia que fue más allá del entretenimiento: fue una celebración de vida, comunidad y superación personal.
Ascenso, música y energía
Una travesía que conecta cuerpo, mente y ritmo
La cita comenzó a las 5:00 p.m. en la Biblioteca Francisco Clavijero, donde autoridades instalaron un punto de control. La Guardia Nacional, Policía Municipal y personal de Inspección y Verificación revisaron mochilas para asegurar un ambiente seguro, restringiendo el acceso a menores de 15 años y detectando a más de 40 adolescentes que intentaron entrar sin autorización.
El recorrido hasta la cima duró aproximadamente una hora con quince minutos, culminando con sets en vivo de DJ 664, DJ MercySky y el propio DJeey Vega. El espectáculo concluyó a las 10:00 p.m., dejando en los asistentes una experiencia única y transformadora.
Un evento con alma
Superación personal y comunidad
Jorge Vega, creador del evento, lucía una camiseta con la frase “Sigue tus sueños, todo es posible”, mensaje que reflejaba el espíritu del proyecto. Compartió que, tras atravesar una etapa de depresión, la música lo ayudó a renacer. “Este evento es mi sueño hecho realidad”, dijo emocionado.
Entre los asistentes, Salvador, habitual del cerro, se unió con amigos para experimentar el evento desde una nueva perspectiva. Por otro lado, Erwin Huerta, quien subió por primera vez, quedó sorprendido por la vista y animó a la ciudadanía a participar en futuras ediciones.

Más de 1,000 en Ritmo en la Cima Tijuana g2 – RevuTJ
Incidentes menores, pero controlados
A pesar de la buena organización, el evento no estuvo exento de incidentes. Cuatro personas requirieron apoyo del cuerpo de bomberos, entre ellas una con presunta fractura de tobillo, por no portar calzado adecuado ni lámpara para iluminar el descenso nocturno.
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