Una de las grandes preocupaciones tras la llegada de la tercera ola ha sido el peligro que esto representa para la población no vacunada.
Recientemente con la aprición de la variante delta la incidencia de casos en personas jovenes no vacunadas tambien es mayor.
Por ello los desarrolladores de las vacunas de Pfizer y Moderna están expandiendo sus estudios en niños de 5 a 11 años de edad.
Esto debido a la insistencia de las autoridades de salud de EEUU.
Cabe destacar que hace tan solo unos meses se obtuvo la autorización para vacunar a menores de 17.
Estos nuevos estudios permitiran identificar efectos secundarios raros que las vacunas puedan provocar.
Por lo que se podría reducir las complicaciones en jóvenes que se han estado registrando.
Los resultados estarán listos para septiembre por lo que entrando el año que viene podrían comenzar la aplicación.
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